Aquí somos…

Un blog de reseñas urbanas, para un público inteligente.

Todos queremos saber algo sin embargo, hoy por hoy no podemos confiar ciegamente en lo que encontramos en internet solo por el hecho de tener una bonita presentación, debemos aprender a verificar la fuente de información o los datos de la persona que asegura que la información es real, verdadera y útil. En este sitio pretendemos exponer algunos temas de relevancia hacia el ser humano y su convivencia con otras personas y su entorno. No somos poseedores de la verdad única, no tenemos una opinión directa y personal sobre temas que pueden generar discusiones desagradables, no estamos afiliados a ningún partido político o de carácter espiritual o religioso, no somos fanáticos de algún deporte y no estamos en contra de los postulados feministas y de maltrato animal. Este blog intenta sobrevivir, como cualquier otro, entre millones de voces que alzan la voz al enorme vacío cibernético, inevitable y voraz de la red. Estamos seguros de tener un estilo propio basado en experiencia de vida y aprendizaje contínuo. Nuestro escritores son profesionales y están comprometidos con la labor de transmitir un mensaje claro para aquellos que buscan informarse y hacer un cambio en la sociedad.

El estilo de vida de la humanidad está cambiando y los cambios no se perciben hasta que la sociedad adopta nuevos hábitos y costumbres. Aquel que piense que todo será como era antes, está condenado a rezagarse intelectual y emocionalmente. Ya no se trata de si son “millennials” o si son hipsters o cualquier generación que se te ocurra, se trata de adaptarse, aprender, desarrollar, mejorar y trascender lo que está sucediendo para sobrevivir como especie en un mundo hundido en el consumismo y la confusión. Ha cambiado la forma en que compramos artículos, alimentos y servicios. La transmisión de conocimiento y el auto aprendizaje serán fuertemente modificados. Los negocios y tambíen las estafas, se adaptan a una nueva forma de vida donde el contacto con extraños está restringido y la convivencia con los más cercanos sufre transformaciones profundas.

Algunos aprenderán nuevas formas de relacionarse, en cambio otras, quedarán aisladas preguntando cuándo volverá a ser todo “normal”; la normalidad es el eco de la humanidad con gripe, la fiebre distorsiona todo, pedimos ayuda, recordamos lo humanamente frágiles que somos, el mundo reacciona de inmediato a nuestra ausencia, se repara velozmente, sabe que pronto volverán los depredadores. Las diferentes religiones permanecen silenciosas, ninguna quiere anteponer su fe a los contagios, han pasado los tiempos donde culpaban a los dioses por las enfermedades, el milagro se llama vacuna, los apóstoles llevan cubre bocas, la última cena se entrega a domicilio, olvidaron los refrescos, por eso dan vino, se postean mandamientos, se tuitean condenas, se ofrece perdón en línea, el “fin del mundo” está aquí, los jinetes del “eucalipto” han llegado.

La verdad la necesitamos todos, a veces no sabemos buscarla, interpretarla o aceptarla; la verdad es incómoda, es fría, es tajante, única y liberadora, nos exime de hacer juicios y nos hace sentir emociones de paz y tranquilidad. Saber la verdad no nos hace mejores personas, lo que logra transformar al mundo son los actos generados por ese conocimiento que hacemos nuestro. La verdad es inevitable, existe, ya no podemos voltear la mirada, el medio ambiente está seriamente dañado, pide ayuda a gritos y la raza humana, bueno, somos capaces de meter todo bajo un tapete y bailar encima del desastre en espera que después todo el festejo, desaparezca el daño.